Por qué, si cada vez más personas sabemos que existe el Cambio Climático, diariamente se toman acciones que empeoran el ya delicado estado de salud del planeta? 

Existe un vacío importante entre el entendimiento de la triple crisis (social-ambiental-económica) y la acción requerida por la humanidad para mitigar y reducir dicha crisis.  

Si bien, estudios demuestran que las personas hoy en día son más proclives a adquirir un producto o servicio con base en causas ambientales y sociales, la curva de impacto negativo ambiental no desciende a la velocidad que se necesita: Seguimos adictos a las cosas, a los plásticos y los combustibles fósiles. ¿Por qué?

Es urgente el entendimiento masivo de la triple crisis dentro de la sociedad y que se construya de manera eficaz ese puente de comunicación que lleve a la acción por parte de cada persona en todo rincón de nuestro planeta. 

Cada día que pasa, en que la humanidad falla en no detener sus propias acciones desde su hogar, oficina o negocio, y que falla en no lograr detener a los grandes contaminantes y sus máquinas de destrucción, es un día de hectáreas de bosques deforestados, litros de agua (la poca que nos queda) contaminados, aire sucio para respirar y millones de productos plásticos que no se esfumarán ni en cientos de años. 

Estoy segura que no se trata de que a mi padre, mi esposo o a mis amigas no les importe la destrucción de la naturaleza, menos cuando les afecta directamente. Y me niego a creer que no estén dispuestos a comprometerse a hacer las miles de cosas que se pueden hacer.


Pero entonces, dónde está el salto cuántico que se necesita? ¿Cuál es el eslabón perdido que no hemos encontrado?

Existe una falla en la comunicación, en cómo se entregan estas impopulares y escalofriantes noticias al mundo y cómo se le pide a la gente que cambie. Las personas no entienden muchas de las palabras y frases que diariamente son usadas por los científicos, los comunicadores del clima o los activistas climáticos. Esto hace muy difícil conectar el problema con la solución.  Pero afortunadamente ya se cuenta con datos científicos que lo demuestran. 

Palabras como mitigación, carbono-neutral, transición, punto de no retorno, desarrollo sostenible, eliminación de dióxido de carbono, adaptación, entre otros, son términos poco familiares y demasiado técnicos, encontró Wändi Bruine de Bruin, profesor rector de Políticas Públicas, Psicología y Ciencias del Comportamiento en la Escuela de Políticas Públicas USC Sol Price, en un reciente estudio. "Pueden ser términos familiares para los científicos del clima, pero pueden no ser familiares para las personas que no están en la ciencia del clima"

Dicho estudio incluyó participantes divididos por partes iguales entre los preocupados por el clima (aquellos que aceptan el consenso científico de que el cambio climático es principalmente causado por el hombre) y los ambivalentes climáticos (que tienen diferentes puntos de vista sobre la realidad del cambio climático). 

Términos como mitigación y carbono neutral fueron calificados como los más difíciles de entender, mientras que adaptación y cambio abrupto calificaron como los más fáciles, y aún así, los dos grupos manifestaron su dificultad para entenderlos, junto con las oraciones que se usaban para intentar aclararlos por sentirlas “prolijas y llenas de jerga”. Además, durante las entrevistas del estudio se revelaron muchos malentendidos: los participantes sabían el significado de la palabra adaptación, pero no necesariamente lo que significa para la Ciencia del Cambio Climático. 

Definitivamente entender estos conceptos requiere de esfuerzo para poder contextualizarlos. Esto podría requerir años, como me tomó a mí, una publicista y en ese momento madre primeriza, con algo de tiempo y la disposición para “estudiar” sobre el Cambio Climático, y que aún hoy sigue sin entender muchas de las cosas que explican “los expertos”.

Pero a la naturaleza no le queda más de una década para esperar a que sus habitantes humanos hagamos las lecturas y mi esposo, papá y amigas tienen prioridades urgentes en sus vidas como criar sus hijos, sacar adelante sus empresas, cuidar su trabajo, autocuidarse, etc, que les impiden sentarse a estudiar. Además, muchas personas sienten resistencia, miedo o confusión al escuchar sobre el tal fin del mundo. Entonces, cómo hacemos?

Tenemos plazo hasta el 2030, ya vamos finalizando el 2022 y las noticias no son lo suficientemente buenas.  Tenemos que encontrar el eslabón perdido, pronto.

No hagamos difícil lo fácil. Usar las palabras técnicas podría estar alejando de la conversación a quienes más necesitamos.

"Para comunicarse más claramente, evite la jerga", dice Bruine de Bruin. “Como regla general, las palabras de tres sílabas o más tienden a ser menos entendidas y es más probable que impliquen jerga. Si debe usar jerga, trate de explicar lo que significa en el lenguaje cotidiano”.

“Use el sentido común, que es lo único que nos podrá sacar de este embrollo” dice Julio Andres Rozo, director de Amazonía Emprende, Escuela Bosque. “todo comienza por configurar lenguajes sencillos y que inspiren a la acción”

Activistas climáticos, creadores de contenido y apasionados por la protección de Madre Tierra, elaboremos frases, textos y piezas sencillas, sin palabras técnicas en lo posible, y por el contrario, hablemos como si estuvieramos explicandole a nuestras hijas e hijos. 

Aquí todas y todos estamos en el mismo bote, desaprendiendo para aprender a ser más animales humanos. No nos enredemos y hablemos de lo esencial desde el corazón, evitando comunicarnos desde los tecnicismos que hemos sacado de nuestros títulos profesionales, conferencias mundiales, publicaciones científicas o conversaciones “de alto nivel”.